jueves, 29 de enero de 2009

La Princesa Bailarina

La Princesa bailarina

Era se una vez, una bella princesa con cabellos negros y mirada de amor, que vivía en un castillo lleno de cristal, donde se podía reflejar bailando sin parar.

La princesa llamada Alelí, gustaba de jugar con sus muñecas sin parar, un día la favorita de la princesa se perdió en el bosque del palacio.

Su padre el rey, mando a todos sus soldados a buscar a la muñeca de su amor. La buscaron por los Tulipanes, por las Rosas, por los Claveles, y a la muñeca no podían encontrar.

Escondidos entre unos matorrales, se encontraban unos ratones que se había dedicado a cuidar a la pobre muñeca, la que estaba asustada y sucia, pues al buscar la entrada cayó en un charco de agua lluvia.

Afligida, pero contenta al mismo tiempo pues los ratoncitos le habían brindado su amistad, comida y todo lo que ella quería, extrañaba a su amiga la princesa.

Al oír a los soldados de palacio, le pidió a sus amiguitos que la llevaran hasta el césped que se encontraba cerca de su cueva. Los ratoncitos con mucho esfuerzo halaron un viejo carro de juguete y subieron a la princesa para llevarla hasta donde ella había pedido.

Una vez allí, bajo y se recostó boca arriba viendo el cielo, al tiempo que las lágrimas caían por sus mejías. El capital de la guardia anuncio, he allí la muñeca de nuestra bella princesita, alcanzadla, y todos los soldados fueron a tomarla en brazos y la llevaron hasta palacio.

La muñeca feliz de estar junto a su mejor amiga, le contó sobre los ratoncitos que vivían en unas pobres cuevas, y la princesa pidió a su padre, mandar a traer a esos animalitos, para que vivieran en palacio como las nuevas mascotas de Alelí.

Desde ese día ratones y muñecas aplaudían a la princesita cada vez aue ella bailaba frente a los espejos que le permitían pensar que lo hacía con mil hermanas que no tenía.

Fueron felices para siempre

Este cuento fue hecho por Moro, para su hija menor en el 2004.